vendredi 25 juin 2010
Calzadilla de la Cueza
Quintanilla de la Cueza y la villa romana
La pequeña localidad de Quintanilla de la Cueza, actualmente fuera del camino, estuvo comprendida como parte del antiguo Camino Tradicional de Santiago, en el primer mapa editado del Camino Francés (Carte des Chemins de Saint-Jacques de Compostelle – 1648 , Derveaux). La ruta que tomamos, tranquila y bien agradable, nos permitió pedalear y reflexionar, mirar la Tierra de Campos con ojos diferentes, con la sensación de que estábamos peregrinando como antaño, un año jacobeo, entre trigales y desvencijadas construcciones donde el mudéjar fue rey, tierras ocres, donde el color pajizo es obra del sol. La Villa romaine, pas question. Falta casi nada para cerrar con broche de peregrinos la jornada del 25 de junio. ©eW&cAc
Cervatos de la Cueza y José de San Martín
Grande es la comarca Tierra de Campos, porque también a ella pertenece Cervatos. Y en algún sitio de la comarca, quizás antes, alguien me dijo que en Cervatos existía una hermosa imagen de San Roque, patrón del pueblo y que de allí eran los padres del prócer argentino José de San Martín.. Y nos acechó la curiosidad. Bastaba pedalear un poco más para hacer una pauta, y corroborar que era cierto, contado ahora por una joven del pueblo encargada de cuidar la iglesia esa tarde y que nos selló la credencial con el cuño parroquial. La iglesia parroquial de San Miguel y Santa Columba, de estilo colonial, es el fruto de la relación que une a la localidad con Argentina. La iglesia conserva una profusión de esculturas, y entre ellas el San Roque, santo que se celebra, como San Roquillo, el 16 de agosto, día de fiesta en la localidad. ©eW&cAc
Calzada de los Molinos
Mirando el mapa hoy día, me pregunto por qué no fuimos directo de Carrión a Calzadilla de la Cueza, pasando por la que fuera Abadía de Benevívere, inexistente en la actualidad. Queda el priorato convertido en granja agrícola, a un lado del camino, que sigue el trazado de la antigua calzada romana conocida como vía Aquitana. No estábamos ansiosos por llegar a un sitio y descansar? En realidad, la fatiga no había llegado a su tope y muchas veces es preferible fatigarse que cerrar puertas a la curiosidad. Pasar por Calzada de los Molinos, nombre que le viene de las calzadas romanas, y de la presencia de molinos de agua con propósitos textiles, era un paso alternativo, para pasar por Cervatos, historia que les comentaremos más adelante. ©eW&cAc
Santa Clara en Carrión de los Condes
Sellamos la credencial en Santa María, que es la iglesia más antigua del pueblo. Comenzó a levantarse en el s.XII, de ahí su factura románica. Tiene una bella imagen de la Virgen de las Victorias y del Camino, que data del s.XIII, alusiva al Tributo de las Cien Doncellas y al Camino de Santiago. Por todo Carrión se levantan iglesias y ermitas, entre las que se destaca la de Santiago, ahora convertida en museo, y que figura como una de las más bellas del románico español. San Julián, San Andrés, las ermitas de la Virgen de la Piedad, la de la Cruz o aquella de San Juan de Cestillos, hacen parte del patrimonio religioso de la villa. Se cruza el río Carrión al salir del pueblo, y desde el puente Mayor, que remplazara el antiguo medieval en el s.XVI, hacia la derecha, en la cima de un altozano se levanta el santuario dedicado a la patrona de Carrión, la Virgen de Belén. Un poco más adelante, frente a una chopera inmensa, un edificio algo colosal y sorprendente, el monasterio de San Zoilo, convertido en real hospedería, y que tiene un claustro plateresco rico en bóvedas que acogen más de doscientas figuras. La flecha amarilla nos indica el camino, y sin mirar atrás, pedaleamos al ritmo del sol, menos fuerte en ese final de la tarde. ©eW&cAc