lundi 5 juillet 2010

De Vitoria a Hendaye como una bala…

Nombrada así por nosotros, “la ruta de los túneles” no es otra que AP1, la autopista que nos llevó de Vitoria hasta el sitio donde se une a la E70, en las inmediaciones de Elgoibar (País Vazco). El tramo de la AP1, de máxima velocidad, atraviesa montañas de alto puerto, y macizos rocosos extensos. Los túneles, parece que nunca van a terminar, y el punto de luz se convierte en una obsesión. Pasado el intercambiador, la tarde-noche comenzó a extender su manto de azulesgrises a grisesnegros. No hubo otros huecos cavados por la ingeniera mano del hombre, aunque sí puentes sobre valles y ríos, colgados de ladera a ladera. Contorneamos San Sebastián, rodamos hasta Irún, y una vez pasada la “frontera”, casi a medianoche, detuvimos el carro frente al hotel Santiago. Hendaye estaba predestinada como “pauta nocturna” y “point de départ”. Reservamos el hotel durante la pauta en Vitoria, y advertimos que llegaríamos muy entrada la noche. El Santiago nos acogió con calma, y la calma nos transportó al más profundo de los sueños. Ni tan siquiera la pertinaz llovizna golpeando las ventanas hizo mella en aquel merecido descanso. ©eW&cAc

Pauta en Vitoria (La ciudad pintada!)



Fue durante esta pauta mientras regresábamos a Francia que descubrí “la ciudad pintada”, creación artística pública y comunitaria a través de la cual Vitoria viste sus fachadas con murales inmensos (Vitoria (La Ciudad Pintada) ). Estos murales son obra de artistas locales, y de graffiteros que expresan la vida citadina de la capital alavesa. Pero volvamos al punto de partida: Vitoria convertida en pauta en el camino de regreso. Primero encontramos a Vidal [nuestra amistad remonta al verano de 1965, cuando nuestros padres nos llevaban a “Juanfanguito”, una playa costera del norte de Las Villas], “almorzamos/comimos” con él, y más tarde nos unimos a Yolanda, y los cuatro hicimos un itinerario cultural por su casco antiguo. El reloj no tuvo consideración con nosotros y nos empujó a salir de la ciudad, gentilmente guiados hasta la autopista por mis amigos de Vitoria. ©eW&cAc

En dirección de Bilbao

Habiendo rodado, apenas unas dos millas, surge el cartel de carretera anunciando que entramos en la provincia de Cantabria. Entre el mar Cantábrico y los Picos de Europa se desplaza la carretera que nos lleva a Bilbao, y sin margen al error, rodamos evitando la circulación de la ciudad del Guggenheim ibérico. De Euskadi / Bizkaia pasamos a la provincia de Álava. Otra pauta amical que nos llenará de regocijo. ©eW&cAc