Paradigma del tránsito del románico al gótico, la iglesia de Santa María la Blanca parece una catedral desde nuestro punto de mira en el camino. Las tres naves y su doble crucero la enaltecen. Toda una leyenda de milagros atribuidos a la patrona, Nuestra Señora la Blanca. Solo le pedimos que nos ayude a terminar la jornada, la fatiga comienza a rozarnos las mejillas. El sol no hace por esconderse y queda camino por hacer. ©eW&cAc
vendredi 25 juin 2010
Villalcázar de Sirga
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