Adiós, Molinaseca

Aún dormido El Palacio, alrededor de las seis de la mañana, ya nosotros nos preparábamos para la nueva jornada. Desayuno reconfortante. El Merueno pasando por entre los arcos del puente romano como fondo en este que fuera hermoso final de etapa para nosotros. Dejando la cochera del otrora palacio, salimos directamente al Camino. Se nos abre una nueva etapa en la que ya a la salida de Molinaseca se advierte menos fresca que las andadas. A la derecha, saliendo del pueblo, la Capilla de San Roque. Ajetreo y abejeo. La capilla ha sido convertida en albergue. Los peregrinos se desperezan o ya salen del albergue. Nosotros pedaleamos y seguiremos pedaleando hasta alcanzar la capital del Bierzo. ©eW&cAc