jeudi 24 juin 2010

Pasando el puerto de la Pedraja




Dejado atrás Belorado, el sol subiendo a nuestra espalda, nos adentramos en tierras cultivadas manchadas de amapolas burgalesas. Tosantos, apenas poblado por 60 habitantes, es el primer pueblito que encontraremos en esta etapa cuyo camino irá en ascenso para respirar el aire a 1150 m de altitud. Seguiremos de largo sin desviarnos a donde está la ermita de Nuestra Señora de la Peña. La iglesia parroquial nos ve pasar mientras ya divisamos los tejados de Villambistia y la torre de la iglesia de San Esteban, construida en el s.XVII. Arropada de verde a la salida, descubrimos los muros de la ermita de San Roque, que data de 1712. Al seguir el sendero de los peregrinos, atravesamos Espinosa del Camino pero no veremos las ruinas del monasterio mozárabe de San Félix. Allí fue sepultado Diego Porcelos, que fuera conde y fundador de Burgos.. Al acercarnos al río Oca, seguimos el curso de la N-120, en franco ascenso. Por estos lares todo lleva Oca.


Entramos en Villafranca-Montes de Oca, cuya iglesia de Santiago, de estilo neoclásico, fue reedificada en 1800. Unos kilómetros más adelante, aparece el puerto, desde cuya altura se ve la cinta azul del tímido Cerrata de la Pedraja. Azul es también el cielo y de mil verdes se tiñe el paisaje, refrescado por la altura y empañado por esos nuevos molinos que agreden el panorama, las controvertidas torres eólicas. ©eW&cAc


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