mardi 29 juin 2010

Otro río, el Cúa, orillado de chopos (Cacabelos)



Esta vez, un pueblo con nombre a consonancia lusa: Cacabelos. Llegamos faltando diez minutos para el mediodía. Un poco cansados? Quizás. Pero no es hora de pensar en la fatiga, sino de seguir adelante, justo una pausa para “coger resuello” como toros de un rodeo. Desembocamos en la plaza de San Lázaro, sitio donde estuviera la leprosería. Allí mismo nace la calle Santa María, y por ella pedaleamos en busca de la iglesia del mismo nombre. A medio camino nos detenemos en la capilla San Roque. Enciendo un cirio, hago una rogativa y aceptamos de acreditar en esta pauta. La capilla, toda de piedra y cubierta de pizarra, se compone de dos naves, la segunda de más altura. Espadaña sencilla y en la arquería, el campanil. Cacabelos luce hermosas casas balconadas con fachadas de piedras. Como otros pueblos, hay mucho patrimonio urbano que salvaguardar. Restaurar resulta oneroso, y conservar es tarea de titanes. La iglesia de Santa María, tiene cabecera semicircular románica y torre neo-románica con agujado techo albergando el campanario. Después de cruzar el Cúa, y terminado el pueblo, un edificio neoclásico nos detiene. Es el Santuario de las Angustias. Terminada la visita, volvemos a montar las bicicletas y alcanzamos Pieros, último pueblito antes de entrar en Villafranca, franqueado el mediodía. ©eW&cAc


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