mercredi 24 septembre 2014

La Catedral de Santiago en Šibeník (Croacia)

Dicen que es sorprendente la catedral cuando se descubre desde el mar. Yo la descubrí bajo una fina llovizna, yendo del fondo a su fachada principal. A la entrada, uno, dos tres rebaños de turistas hacían fila para entrar, entonces decidimos caminar por las callejuelas adoquinadas de la ciudad vieja y volver a la catedral cuando la marea de visitantes ya hubiera bajado. Hubo una iglesia románica de Santiago, y luego, en 1431 comenzó la construcción del edificio catedralicio. Ciento cinco años duraron los trabajos, años de epidemias mortíferas y del constante peligro turco. Comenzó a levantarse siguiendo el estilo gótico tardío, teniendo como maestro de obras a Bonino de Milán. Lo sucedieron, hábiles maestros venecianos que se encargaron de levantar los muros septentrional y occidental, con sus portales.  En 1441 y hasta 1473, los trabajos estuvieron a cargo del maestro Juraj Dalmatinac, que desarrolla un nuevo proyecto y le añade la cúpula. Sus continuadores siguieron su método de montaje de grandes placas de piedra, a través del cual, se construyeron las partes bajas del santuario, el baptisterio y la sacristía, y manteniendo el principio de la uniformidad de los materiales pétreos. Dalmatinac se encargó igualmente de enriquecer la obra con sorprendentes trabajos escultóricos en el baptisterio y la guirnalda del ábside, hecho que se traduce como la inserción del arte proto-renacentista en la cultura dálmata. Discípulo de Donatello, Niccoló Fiorentino continuó las obras entre 1475 y 1502 aportando entonces el renacimiento toscano puro, el santuario se dota de ornamentos y le imprime su silueta actual: elegante cúpula, bóvedas de piedra, éstas cerrando su interior, y reflejadas en su fachada trifoliada. La dicha particularidad hizo que la catedral se convirtiera en paradigma planetario. Desgraciadamente, la cúpula sufrió los embates de la guerra en 1991, pero los trabajos de restauración no tardaron, una vez terminado el conflicto. Breve, que terminado nuestro paseo bajo la fina llovizna y de nuevo despejado el cielo sobre Šibeník, entramos en la catedral pagando para ver el edificio que ahora hace parte del Patrimonio de la Humanidad, y bravo si el aporte ayuda a sacar de las tinieblas su interior lúgubre y oscuro. Debido a los trabajos de restauración, no pudimos apreciar la sillería de los canónigos con su decoración renacentista del maestro Fiorentino, el trono episcopal con baldaquín de piedra, obra de Bartolomeo de Mestre, ni el Altar Mayor de NS de las Lágrimas, realizado en el s. XVII, cuya pintura de la Virgen se le atribuye a Blaž Jurjev de Trogir. Ciertamente, la obra maestra de Juraj Dalmatinac, el baptisterio, situada en el ábside meridional, es una joya escultórica majestuosa. Hermosa la pintura de Ricciardi, del s.XVI, en el Altar renacentista de madera dedicado a los Tres Reyes Magos. La Virgen del Carmen, esculpida en madera, situada en un altar de factura barroca en el lado izquierdo del edificio, como también barroco el altar dedicado a la Santa Cruz, cuyo crucifijo gótico data del s. XV.  Del lado derecho, los altares son barrocos y neobarrocos, con pinturas renacentistas que evocan a San Fabián y San Sebastián. Hermosa es la talla en madera de San Cristóbal que comparte altar con NS de la Salud. Yo me detuve frente al altar neobarroco  que comparten San Jerónimo, el santo franciscano croata San Nicolás Tavilić y San Roque, protector de la peste, que azotara fuertemente la región, pero sólo una placa evoca la consagración al santo, Sv Rokko, en croata. Cristo y los doce apóstoles esculpidos por Bonino de Milán aparecen en el pórtico occidental, que es la entrada principal de la catedral, y cuya puerta en bronce, es obra de un escultor de la ciudad, Grgo Antunac, emplazada a finales de la década del 60. La puerta llamada “de los Leones” del lado septentrional, lleva incorporados a Santiago y San Pedro en los baldaquines. También de Antunac, las puertas esculpidas en bronce. En el ábside que hace ángulo septentrional y oriental del edificio, se pueden apreciar dos “putti” renacentistas que llevan inscrita una dedicatoria sobre la construcción de la catedral. En la parte oriental del muro septentrional y comprendiendo los tres ábsides, pueden observarse setenta y una cabezas, que representan los contemporáneos del maestro Juraj Dalmatinac, obra catalogada como de excelencia del renacimiento croata. En los frontones del edificio tres esculturas de Nikola Firentinac, representan a Santiago, a San Marcos, y a San Miguel cuando mata a Satanás. Junto a la catedral, el palacio episcopal, unido a ella por un sistema de escaleras a dos niveles. Atención visitantes, como en todo el país croata, la entrada en shorts está prohibida, limitante enorme en un país que recibe buena cantidad de turistas, y sobre todo durante el verano. ©cAc-2014.


jeudi 15 décembre 2011

Basílica de los Santos Nazario y Celso (Carcassonne)

Carcassonne está en el camino que lleva a Santiago de Compostela, viniendo de Italia, de Arles y del Piamonte pirenaico. Descubrí el edificio religioso desde el castillo Condal de la cité medieval de Carcassonne. El edificio tiene su historia, que viene de los Visigodos, cuyo rey Teodorico, la mandó construir en el siglo VI. Hacia el 925, durante el obispado de Gimer, la iglesia se convierte en sede episcopal. En el sXII, el edificio original es remplazado por uno de factura románica. Nave central con dos laterales, un ábside con tres capillas y un crucero, tal como se acostumbraba en el Bajo Languedoc. La bóveda central sostenida por arcos dobles así como una bóveda cubriendo los laterales más estrechos. Los pilares redondos y cuadrados, y estos últimos, franqueados por columnas cilíndricas rematadas por capiteles de diferentes formas, se levantan hasta tocar la cornisa de la bóveda. Los pilares redondos se alzan hasta el nacimiento de los arcos que separan la nave central de las dos naves laterales. Hacia 1269 la iglesia sufrió transformaciones, tanto para repararla como para ampliar su presbiterio. Del edificio románico solo quedó la nave central, y la iglesia, tal como pude apreciarla durante la visita, se facturó gótica, de manera que la actual basílica está marcada por los dos estilos. Hermosos vitrales y rosetones ornan el edificio. Los del naciente, datan del sXIII y los del poniente, del sXIV. En la basílica tienen su capilla San Antonio, demolida la original durante la restauración de Viollet le Duc; San Pedro y la del Sagrado Corazón, en la cual están sepultados los obispos Rodier (1324) y Grignan (1722). Del lado de la capilla de la Santa Cruz, descubrimos una estatua de San Roque, y justo al lado una bellísima talla de Nuestra Señora de la Salud. ©cAc-2011.















lundi 15 août 2011

La basílica San Sernín (Toulouse)







La basílica San Sernin es paso obligado de los peregrinos que hacen el camino a Compostela usando la vía Tolosana, que parte del valle del Ródano. Tiene sus orígenes en el sV cuando en el sitio existía un modesto edificio. La actual basílica fue comenzada en el sXI. Su altar, el ábside y el crucero, fueron consagrados por el papa Urbano II en el 1096, las obras continuaron durante el sXII. Primero de piedra y ladrillos, luego solamente ladrillos, menos costosos que la piedra. La unidad estructural del edificio terminó en el sXVI, aunque las torres occidentales nunca fueron acabadas. A principios del sXIX, el claustro y la abadía que flanqueaban el norte de la basílica, fueron destruidos. En ese mismo siglo, pero a mediados, el brillante arquitecto Violet-le-Duc se encargó de importantes restauraciones, proseguidas durantes las tres últimas décadas del sXX. La basílica es impresionante y se jacta de ser la más grande iglesia románica del mundo. El campanario, de plano octogonal, románico por sus tres niveles de aberturas de medio punto y gótico por sus dos niveles de aberturas en arco regular. La altura del crucero es de 64m y a 65 se sitúa la cruz que domina el edificio. ©cAc2011

lundi 25 juillet 2011

Santiago el Mayor (Saint-Jacques le Majeur)




España festeja hoy 25 de julio a su patrón, Santiago. Como también lo hace Galicia que engalana la ciudad compostelana; Guayaquil, Caracas, Cartago, Santiago de Querétaro y muchas otras ciudades de América. Yo me complazco en recordar que justo hace un año, Elie, mi compañero de peregrinaje, y yo, entramos en Santiago de Compostela luego de haber pedaleado desde Saint-Jean-Pied-de-Port. Podría colgar cientos de imágenes de Santiago, pintado por maestros del pincel, tallado en madera, esculpido sobre piedras, a caballo en la ruta jacobea, Santiago Matamoros, peregrino, soldado, apóstol, patrón, el Mayor. Me limito a incorporar sus atributos, la cruz que es emblema de la Orden de Santiago, también llamada Cruz de los Caballeros de Santiago, y la Concha. ©cAc

dimanche 24 juillet 2011

El blog se abre a nuevos horizontes…

Nuestro camino en dirección a Santiago de Compostela, comenzó en la Gare de Montparnasse de Paris (si de hacer camino se trata, el de Elie comenzó partiendo de Beirut), sin embargo, hemos kilometrado el peregrinaje desde Saint-Jean-Pied-de-Port, oficialmente 791 km, pero considerando que lo hemos hecho en bici, nuestro contador marcó 774km. Sin proponérnoslo, hemos hecho el Camino inglés, en auto, y a la inversa es decir, de Santiago a La Coruña. Nos desplazamos a Fisterra, y aunque no lo hiciéramos siguiendo la ruta original, a pie, ni en bici, lo hicimos desde La Coruña, en calidad de peregrinos, curiosos de tocar el cabo, profundamente ligado al camino jacobeo. Luego, en el regreso a Francia, hemos, también a la inversa, hecho una gran parte del Camino del Norte. La peregrinación, a nuestro ritmo, espiritualidad y curiosidad, no queda truncada con el término en Santiago, compostelana en la mano. Sin quererlo, o queriendo, seguimos haciendo caminos. Por ello, el blog no se detiene. Se cierra el “récit du voyage”, pero se abren nuevas pistas que nos llevarán a otros caminos, ligados a Saint-Jacques, evidentemente, pero con acento en aquellos caminos donde dejó su huella, Saint-Roch, y todos los lugares que he visitado y donde San Roque tiene un lugar, ya sea barrio, iglesia, capilla, una calle o una plaza. ©cAc

mardi 6 juillet 2010

Fonterrabia (Hendaye – Paris)



Amanecimos en una Hendaye grisona, saboreamos un desayuno tempranero y tomamos el carro para devolverlo en la agencia del aeropuerto de San Sebastián, que está en Fonterrabía. Un ida y vuelta a España que se hace en un abrir y cerrar de ojos. El regreso a Hendaye se hace en taxi y tiene sus reglas. La carrera, y los choferes están claros de eso, se hace hasta antes de cruzar la frontera, que es el puente sobre el río Bidasoa. Bajamos del taxi en la avenida de Iparralde, cruzamos el puente, que se llama de Santiago, y caminamos hasta el hotel para recuperar bicicletas y equipajes. Las bicicletas, desmontada la rueda delantera y guardadas en una bolsa de viaje para ciclos. Del hotel Santiago a la Gare d’Hendaye, apenas doscientos metros, o un poco más?, no recuerdo, el tiempo apremiaba y nuestro tren a Paris tenía fijada su salida para las 10h05 de la mañana. El tren ya estaba en su andén cuando llegamos, marcamos los billetes y esperamos la orden de montar. El camino de vuelta se achicaba, el tren comenzó su maniobra de arranque, nosotros nos acomodamos en nuestros confortables asientos de primera clase, y el camino, el Francés, el de Compostela, el que nos llevó a Santiago, comenzó a ser historia en nuestras vidas… ©eW&cAc

lundi 5 juillet 2010

De Vitoria a Hendaye como una bala…

Nombrada así por nosotros, “la ruta de los túneles” no es otra que AP1, la autopista que nos llevó de Vitoria hasta el sitio donde se une a la E70, en las inmediaciones de Elgoibar (País Vazco). El tramo de la AP1, de máxima velocidad, atraviesa montañas de alto puerto, y macizos rocosos extensos. Los túneles, parece que nunca van a terminar, y el punto de luz se convierte en una obsesión. Pasado el intercambiador, la tarde-noche comenzó a extender su manto de azulesgrises a grisesnegros. No hubo otros huecos cavados por la ingeniera mano del hombre, aunque sí puentes sobre valles y ríos, colgados de ladera a ladera. Contorneamos San Sebastián, rodamos hasta Irún, y una vez pasada la “frontera”, casi a medianoche, detuvimos el carro frente al hotel Santiago. Hendaye estaba predestinada como “pauta nocturna” y “point de départ”. Reservamos el hotel durante la pauta en Vitoria, y advertimos que llegaríamos muy entrada la noche. El Santiago nos acogió con calma, y la calma nos transportó al más profundo de los sueños. Ni tan siquiera la pertinaz llovizna golpeando las ventanas hizo mella en aquel merecido descanso. ©eW&cAc

Pauta en Vitoria (La ciudad pintada!)



Fue durante esta pauta mientras regresábamos a Francia que descubrí “la ciudad pintada”, creación artística pública y comunitaria a través de la cual Vitoria viste sus fachadas con murales inmensos (Vitoria (La Ciudad Pintada) ). Estos murales son obra de artistas locales, y de graffiteros que expresan la vida citadina de la capital alavesa. Pero volvamos al punto de partida: Vitoria convertida en pauta en el camino de regreso. Primero encontramos a Vidal [nuestra amistad remonta al verano de 1965, cuando nuestros padres nos llevaban a “Juanfanguito”, una playa costera del norte de Las Villas], “almorzamos/comimos” con él, y más tarde nos unimos a Yolanda, y los cuatro hicimos un itinerario cultural por su casco antiguo. El reloj no tuvo consideración con nosotros y nos empujó a salir de la ciudad, gentilmente guiados hasta la autopista por mis amigos de Vitoria. ©eW&cAc

En dirección de Bilbao

Habiendo rodado, apenas unas dos millas, surge el cartel de carretera anunciando que entramos en la provincia de Cantabria. Entre el mar Cantábrico y los Picos de Europa se desplaza la carretera que nos lleva a Bilbao, y sin margen al error, rodamos evitando la circulación de la ciudad del Guggenheim ibérico. De Euskadi / Bizkaia pasamos a la provincia de Álava. Otra pauta amical que nos llenará de regocijo. ©eW&cAc