samedi 3 juillet 2010

La ciudad compostelana y San Roque






Santiago de Compostela es como un gran museo que vive al ritmo de sus habitantes y de los peregrinos que tocan a sus puertas. Un museo con salas exteriores e interioridades que cada cual sabe cómo llegar, perderse y volver a salir de sus galerías archiplenas de historias. Interesado por la ciudad compostelana, intenté caminarla en todas direcciones en el estrecho margen de tiempo que va de la llegada a la ciudad al adiós que impone la partida. Interés particular tuve en caminar hasta la sobria Praza de San Roque. Modesta, tranquila, fuera del bullicio del corazón compostelano. San Roque es calle además de plaza, verde jardín que se extiende entre la rúa das Rodas y la de Valle Inclán, es iglesia y fue hospital de amparo para aquellos marcados por las heridas de la pobreza. El hospital, del s.XVI, renacentista, severamente transformado hacia el XVIII, fue fundado por orden del arzobispo compostelano Francisco Blanco en 1578. Del edificio original sólo queda la portada, obra de Gaspar de Arce. La iglesia, de planta rectangular, fue levantada más tarde, en el XVIII; es de factura barroca y conserva uno de los retablos más notables de Simón Rodríguez. ©eW&cAc



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