lundi 21 juin 2010

Mañeru y Cirauqui, en Guirguillano




Navarra es oro sol y prados con olivos, cipreses y retama olorosa al final de la tarde. La NA-1110 al serpentear las colinas suaves de la comuna de Guirguillano atraviesa dos pueblitos con nombres sorpresivos: Mañeru, a casi 600 m de altitud, y en el descenso hacia la Virgen de Aoitz, Cirauqui. También sorpresivos son los nombres por los que llaman a sus calles y plazas, que en Mañeru pueden ser Sol, Luna, Fe, Esperanza o Caridad, y en las cuales se levantan casonas palaciegas de rústicas fachadas en piedras armeras que cuentan siglos (del XVII y del XVIII). Del s.XVIII, la barroca San Pedro, una iglesia visible desde lejos por su torre de remate neoclásico. Luego viene Cirauqui [Zirauki] que significa “nido de víbora”. El mismo sol y los mismos prados centelleantes. La retama amarillando el camino. Atravesamos el único arco que queda de la muralla, buscando una fuente de agua. El pueblo se levanta en los flancos de una colina, y en lo alto se erige la iglesia-fortaleza de San Román, cuya portada del s. XIII es de un gran parecido a la que acabamos de ver en Puente la Reina, en la iglesia de Santiago. El astro en su huida, lo llevamos de frente. Calienta aún y matiza de claroscuros los sembrados en esas tierras valonadas. La etapa está a punto de acabar, y con ella, otro tramo del camino. ©eW&cAc

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