dimanche 4 juillet 2010

Fisterra (Cabo Finisterra)



Aunque nuestro objetivo caminero estaba cumplido, colgaba de la empresa general un empeño que podía llevarse a cabo, considerando la performance de cada uno de nosotros, después de haber entrado tarde, luego de la noche de bares. Elie y yo, contando con la Peugeot rentada, habíamos hablado la posibilidad de llegar al “fin del mundo”, que casi lo es el Cabo Fisterra, la punta occidental de Europa y que se inserta como una prolongación jacobea, y complemento del Camino Francés. Evidentemente, una extensión a realizar a pie o en bicicleta, pero que nuestra limitación de tiempo no nos permitía. Justo llegar, -nos propusimos!, serpenteando la ruta costera que atraviesa promontorios y rías, deja ver hermosas playas desde lo alto de sus acantilados, y atraviesa núcleos urbanos rodeados de arenales y paradisiacos paisajes. Amaneció hermoso aquel cuatro de julio gallego y nosotros repuestos de la noche de marcha gracias a la “grasse matinée” en que sucumbieron nuestros cuerpos. En un abrir y cerrar de ojos, y bien desayunados, los dos cubanos (Arturo y yo) y el libanés (Elie) ajustaron cinturones y raudos dejaron la mole urbana coruñesa por el Cabo Finisterre. No es éste el camino de peregrinos que lleva a Fisterra y Muxía, pero lo era para nosotros. Y lo era particularmente para mí, porque hube de atravesar un núcleo urbano caro en mis recuerdos desde mi más tierna infancia: Cee. Villa y puerto de la que tantas veces oí hablar en la casa quinta de Villajosefa, al fresco del portal, las arecas despeinadas y los tomeguines de mi tío Segundo trinando. Toda la familia de mi tío había dejado Cee, allá por los años veinte, y se habían instalado en las márgenes del espirituano Yayabo, y pese a los largos años cubanos, no habían perdido el acento gallego, cuya suavidad era música en mis oídos. Al atravesar Cee, sentí una emoción profunda, y pensé en todos esos parientes, ahora convertidos en polvo, que nunca más volvieron a su terruño. Sequé mi emoción, callado, y seguí al ritmo de carretera, cuyo destino era el hito que marca el camino jacobeo en el Cabo Fisterra. ©eW&cAc

Aucun commentaire:

Enregistrer un commentaire